viernes, 4 de marzo de 2016

DEFECTUOSA Y ESCANDALOSA HUMANIDAD





Porque es lo correcto
Esto dicho por un adolescente inconformista a penúltima hora un viernes cuando uno está a punto de claudicar sabe "a gloria"
La contestación venía a colación de una pregunta que planteada en depende que contextos puede ser como cerilla lanzada en mitad de un angosto y sediento campo.
Chicos...pero...¿Por que tengo yo que obedecer a mis padres?. Mi intención era provocarte, que levantaras la cabeza del dichoso cuaderno. ¡Lo conseguí!. Reconozco que siempre me han gustado un poco los contestatarios son los que más sorprenden.

Y tu contestaste..."porque es lo correcto".

¿Quien iba a pensar esto después de que a principio de curso me dijeras si iba ponerte falta si no asistías a clase?. Es que en cuarto la Reli no es obligatoria y a mi me han obligado a apuntarme. Está claro que pensabas "pirarte" más de una. Curiosamente no has faltado ni a una sola.

Y cada día has ido sorprendiéndome y recolocando mis esquemas respecto a tus planteamientos ante la vida.

¿Es correcto obedecer a un padre incluso cuando no se lo ha ganado?

Y os conté la historia de aquella niña rubia que tuve por tierras pucelanas. El primer día de curso me habló exultante de su padre como la persona que más admiraba este mundo. "Mi padre, que es profesor, ha renunciado varias veces a plazas en ciudades e institutos en los que estaba muy a gusto por acercarse a mi hermana y a mi". Esa niña más adelante lloraba porque su familia materna le desaconsejaba declarar en un proceso de custodia a favor de su padre "porque se había ido a vivir con un hombre". ¿Qué hago profe?.
"Pues seguirle queriendo...es tu padre".

Y también la de aquella otra niña de piel oscura que fue duramente corregida por su padre.

"Los padres dominicanos corrigen a menudo de esta manera a sus hijas"- me decía la niña llorando herida de cuerpo y alma.

 Unos meses más tarde, recompuesta la situación familiar y laboral en su casa recuerdo que mientras paseaba por la clase observé que la niña anotaba debajo de la fecha del día la siguiente frase "te quiero papá", la fecha era el 19 de marzo. Constantemente nombra a su padre en clase.

Por tierras medinenses una niña tuvo que ser derivada a un centro de acogida después de una corrección parental desmedida que parecía no ser un hecho aislado. La niña salía los fines de semana para estar con los suyos. Una de las veces la contemplé en animada charla comiéndose una pizza en medio de la plaza mayor con su padre.

Es ley de vida, querer a los que nos han dado el ser. La cuestión es donde situar los límites de la corrección paterna y hasta donde debe llegar el amor filial.

Y por supuesto dejar claro que la labor del docente y de los centros es denunciar cualquier caso de maltrato de un menor.

Pero lo que es imposible es dominar el corazón y los afectos.

Recuerdo una escena que me impactó en un anuncio televisivo, un niño maltratado por su padre le extendía los brazos pidiéndole protección precisamente al mismo que le estaba causando un daño físico y moral inmenso.

Curiosamente es uno de los mandamientos "Honrarás a tu padre y a tu madre" sin más...sin especificar las caracterísiticas que cualquiera de los progenitores debe tener para ser honrado.

Pienso en esa frase que mi querido amigo me dijo en cierta ocasión. La pronunciaba Nick Nolte en la película  El príncipe de las mareas:

"...aprendí que necesitaba amar a mis padres con todos su defectuosa y escandalosa humanidad. Y que en las familias no hay crímenes imperdonables".

 Tengo que volver a ver esa película y tu también. Te dejo la escena. Disfrutarás,


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